Por José Jaime Ruiz
La alternancia en los municipios metropolitanos es poca. La alternancia, en realidad, es una anomalía, una singularidad. Hay alternancias que, como en San Pedro Garza García, son ramas del mismo árbol: el panismo se prolongó en la “independencia” de Miguel Treviño. También existen coloridos saltos, como el de Jesús Nava, quien pasó del azul al naranja o como Escobedo, donde Morena se prolongó a partir del PRI.
Reducto y guarida, en el municipio de García, Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, usa el Tik Tok sin vergüenza. Él olvida el daño que les infligió a los nuevoleoneses, los nuevoleoneses no olvidan, pero el Bronco se divierte a pesar de su libertad condicional y el enfermito ni la burla perdona.
Anodino, Carlos Guevara, el actual alcalde de García, muestra y demuestra su ignorancia en administración pública en cada junta de gobierno; más chofer que alcalde, más guarura que edil, Guevara parece cuidar el reducto del Bronco haciendo negocio con el descontrolado desarrollo urbano del municipio. Y la inseguridad, obvio, en aumento.
Para ir más allá de la compra de alcaldes, Horacio Tijerina, a través de Movimiento Ciudadano quiere arrebatarle García al Bronco. El PRI y el PAN, también, aunque no abanderando a Carlos Barona. Para enfrentar la competencia, el Bronco tendría que aliarse de nuevo con Abel Guerra y Morena.
Ante la posibilidad de una alianza del PRI y el PAN, o de una alianza de Morena con el Bronco, Movimiento Ciudadano daría su batalla con uno de sus partidarios o abanderaría a un candidato o candidata de otro color, pero con posibilidades reales de ganar. Exhibido mediática y judicialmente, en los próximos meses se podría construir otra exhibida en contra de Jaime Rodríguez Calderón, en efecto, derrotarlo política y electoralmente en su segundo terruño, en García, Nuevo León.
