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Por Carlos Chavarría

Finalmente el mito de la “transformación” se revela en boca de su líder y promotor, al Presidente López Obrador, cuando el día 5 de los corrientes en su ejercicio diario propagandístico, declara que su estrategia dadivosa, que gira alrededor del concepto de bienestar, tiene el propósito de granjearse la voluntad electoral de aquellos que llama “los pobres”.

Al hacer ese puntualización no descubre nada nuevo en la política mexicana, pues siempre ha sido ese el lado mas nefasto y ruin del poder en nuestro pais. Usar a los pobres no es sino una invención tan vieja como el poder mismo, todos los partidos y todos los presidentes han manipulado la voluntad de sus grupos de interés para tratar de fortalecerse, hasta que esa gran masa, los llamados pobres, encuentran otro líder con quien identificarse y al hacerlo propio, simplemente abandonan al anterior.

Los sociólogos y psicólogos sociales han dedicado gran parte de sus estudios y reflexiones para tratar de entender esa condición de las masas, bien bautizada por Freud como patología.

El culto a la personalidad y la personalización del poder no son otra cosa que dos caras de la misma negociación, el pueblo acepta renunciar a su soberanía y las cargas que implica, ratificando su gesto en cada sondeo y elección, en tanto el amado líder captura el poder para ejercerlo según sus pasiones se lo indiquen, y para conseguir la aceptación con entusiasmo, entregan dadivas a la masa, en este caso de pobres, cumpliendo a la letra el casi axioma de la política, a saber, la masa reina pero no gobierna.

Claro que cuando la masa electoral se disuelve y cada individuo regresa a su realidad, en su hogar, con los suyos, se percata del gran vacío de oportunidades reales que tiene para cambiar su triste condición.

Desde sus primeros discursos ya se dejaba ver quiénes son los públicos electorales que trata de cautivar y de ahí por qué tercamente insistir en la polarización de los pobres contra todos aquellos que muestran una conducta y pensamientos diferentes.

Sus arengas no son sino epítetos que rayan en el insulto. Todo el que aspira a una vida mejor esta en su contra, porque pretende que el gobierno haga bien su trabajo y no vivir de las migajas que muy caro les cobrara la burocracia en la forma de un mal gobierno.

Poco importa si esas personas lo hicieron con trabajo y una vida frugal, cuidadosa, lo que importa es crear y explotar un viejo mito: el líder y su gobierno son los que producen el bienestar.

A ese mito han recurrido todos los populistas para seducir a las masas de electores. El viejo PRI uso y abuso de la llamada “economía mixta” y de la “rectoría económica del estado” hasta que la realidad apabullante nos dio una clase de realismo económico, los gobiernos no crean riqueza

Podran imponer tasas de impuestos, derechos y otros cobros, para forzar una redistribución del ingreso, vaya, repartir dinero a quien la burocracia decida en base a sus intereses, pero ese dinero regresara a las mismas cadenas económicas para consumo y al gobierno mismo para pagar sus servicios e ineficiencias, así que el “bienestar” es solo una ilusión que al final resultara contraproducente.

En razón natural del crecimiento poblacional, cada año se pasan a buscar empleo nuevas generaciones de jóvenes en busca de su vida, para que encuentran cumplidas sus aspiraciones, se hace indispensable que haya mas empleo y para ello se requiere inversión y personas que estén dispuestas para hacerlo.

Tan simple el concepto y al parecer tan difícil de llevarlo a cabo. Al momento de llegar al poder, todas las buenas intenciones discursivas de los candidatos se confrontan con la realidad de las inercias negativas inspiradas desde el gobierno mismo, y en una metamorfosis también casi patológica, los nuevos entronizados por el voto comienzan a usar la manipulación y la simulación para tratar de trascender más allá de sus mandatos a como dé lugar. Al carajo la constitución y sus leyes!.

A todos los nuevos mesías se les olvida que los gobiernos y sus funcionarios se les mide no por sus intenciones sino por los resultados.

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Vía / Autor:

// Carlos Chavarría

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Autor: lostubos
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