Por Francisco Tijerina Elguezabal
Alguien tendría que explicarles a los diputados de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Nuevo León que no se puede legislar ni por decreto ni en base a los buenos deseos.
Pretender “legislar en materia hídrica para garantizar el agua y blindar a Nuevo León en ese tema” es una absoluta aberración, por la simple y sencilla razón de que una ley no podrá garantizar de forma alguna la existencia del recurso acuífero.
En el colmo de la insensatez (por decir de una manera elegante lo que usted y yo estamos pensando), el coordinador de los diputados naranjas, Eduardo Gaona, dijo en conferencia de prensa que “contemplan impulsar una serie de reformas para garantizar el suministro y sancionar el desperdicio de agua potable mediante reformas para tipificar la sustracción de agua potable de la red hídrica y diversas acciones relacionadas al robo del vital líquido”.
Justamente ayer El Norte daba cuenta de que el año pasado fue el más seco desde el 2011 y las previsiones de todos los especialistas coinciden en que este 2023 no será mejor.
Ayer también, el New York Times publicó un amplio reportaje del calvario que viven habitantes de Río Verde, en Arizona, que desde hace algunas semanas dejaron de recibir el suministro de agua potable que les brindaba su vecino, la ciudad de Scottsdale, que cortó el servicio en previsión de la sequía que esperan para el siguiente verano.
Una buena parte de los vecinos de aquel lugar tienen cisternas de cinco mil galones (lo suficiente para que una familia subsista durante un mes) que recargan camiones cisterna por un pago del equivalente a 4 mil 400 pesos; ahora ese servicio se ha incrementado pues hay que ir a buscar el agua más lejos y el precio se ha elevado hasta los 13 mil 200 pesos.
Ya el año anterior el Gobierno del Estado cometió el error de apostar por las lluvias antes de tomar previsiones y cuando empezó a hacerlo era demasiado tarde; los recortes afectaron la vida de miles de personas, pero no alcanzaron a convertirse en un problema social, sin embargo el hecho de que no ocurriese en 2022 no significa que no pueda pasar en el futuro próximo.
¿De qué servirá la nueva presa Libertad o como jocosamente le quiera bautizar el Gobernador si no caen lluvias?
Se acerca la temporada de calor, se incrementará el consumo y con él llegarán los recortes en el suministro, más que pensar en legislar, si los diputados de Movimiento Ciudadano fuesen verdaderos representantes sociales y no porristas del Ejecutivo, estarían exigiéndole implementar programas y soluciones y no pensar en poner multas y castigos.
¿En serio ninguno de los naranjas del Congreso tiene inteligencia o de perdido vergüenza?