Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El Cártel de Claudio X. González

Por José Jaime Ruiz

@ruizjosejaime

@lostubosmty

A la derecha no le interesa la realidad, le interesa imponer percepciones; su divisa: “la percepción es la realidad”. Desde hace años Claudio X. González lidera la red de poder fáctico, alterno al poder establecido electoralmente en la Presidencia de la República. Enemigo público y privado número uno del presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudio X. teje lazos internacionales, sobre todo con los intereses intervencionistas del sector conservador de los Estados Unidos; con los empresarios mexicanos que ha metido en cintura fiscal y legal la 4T; políticamente, con el PRIAN y la Suprema Corte de Justicia; por último, con medios y comunicadores infodémicos.

El capo Claudio X., quien despreció a los maestros: “Están organizados para delinquir. No trafican quizá droga, trafican con el dinero nuestro y con el futuro de los niños. Y eso, en mi opinión, es tan grave como traficar drogas. ¡Son unos pinches delincuentes!”.

El Cártel de Claudio X. González, así, da sentido a los intereses oligárquicos en México. Michelangelo Bovero  (Origen y fundamentos del poder político, Grijalbo, 1985) prolonga el criterio weberiano con una tipología moderna: “el poder político que detenta los medios de coacción física, es diferenciado del poder económico, basado sobre la posesión de bienes o riquezas, y el poder ideológico, basado sobre el control de los medios de persuasión”.

Como legítimamente el cártel de Claudio no detenta los medios de coacción física, que entran en la esfera del Ejecutivo, aleatoriamente los ejerce a través de dictados y sentencias del Poder Judicial, donde la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña, es un alfil para ejercer una política coercitiva en contra de la representatividad del Congreso y de López Obrador.

El Cártel de Claudio X. González ejerce, casi hegemónicamente, el control de los medios de persuasión donde esa seducción es trazada por la dupla Latinus-El Universal y el periódico Reforma de Alejandro Junco. Otros miembros del cártel se diseminan en diversos medios, como Carlos Marín, Joaquín López-Dóriga, Pascal Beltrán, Salvador García Soto, Raymundo Riva Palacio, Pablo Hiriart, Denise Dresser, Enrique Krauze, el monero Calderón, Héctor Aguilar Camín…

La agenda setting del cártel se construye desde la distracción para erosionar la 4T. Ante la procuración y administración de justicia en contra del (sub) Cártel Inmobiliario, se inventan un Cártel de Andy que, presuntamente, ejerce un tráfico de influencias para amistades cercanas. Ni prueban ni comprueban un delito, pero reprueban la “inmoralidad” de Andrés López Beltrán. A otro hermano, José Ramón, lo acosan peligrosamente en su residencia familiar tratando de imponer la percepción de que vive espléndidamente bajo la tutela de una trabajadora del periódico La Jornada. De nuevo, ni prueban ni comprueban un delito, pero reprueban la “inmoralidad” del hijo de AMLO.

Desesperados, Claudio X. González y sus sicarios mediáticos cada vez ven más lejana la posibilidad de que la Presidencia de la República regrese a la esfera de la oligarquía. Fascistas, proponen cancelar la Mañanera; “defensores” de la libertad de expresión, bloquean en sus redes sociales a sus críticos.

Acólitos del supremo sacerdote Joseph Goebbels, acuden a su principio de orquestación ya que la “propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”.  O, lo que es lo mismo: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

Frente al fascismo comunicacional del cártel del capo Claudio X. González, los comunicadores de la 4T pueden volver a Carlos Marx, recordando siempre que “la ideología de la clase dominante es la ideología dominante de la sociedad”. Por eso hay que romper la vertical hegemonía mediática a través de la horizontalidad de las redes sociales porque lo que interesa es “la intervención diaria en el movimiento transformador”.

Para el marxismo: “En la sociedad de clases, el periodismo y sus medios tienen siempre carácter de clase y se presentan siempre como instrumento de la lucha de clases, especialmente de la lucha ideológica”. La desigualdad también existe en el control de los medios de persuasión. El Cártel de Claudio X. González detenta, casi, la hegemonía de los medios de comunicación, por eso la importancia de las conferencias matutinas del presidente y el ejercicio cotidiano, la intervención diaria en el movimiento transformador de la 4T, inclusive a través de los medios públicos de comunicación.

En fin, contra la desinformación, información; contra fake news y posverdades, hechos y evidencias; contra la intriga y la especulación, periodismo de datos; contra Goebbels, Marx; contra la idiotización, la revolución de las conciencias.

Fuente:

Vía / Autor:

// José Jaime Ruiz

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más