Por Francisco Tijerina Elguezabal
No entiendo a los políticos y menos cuando están en campaña porque toman decisiones extrañas buscando congraciarse con personas y grupos, sin pensar en realidad lo que deben hacer.
Xóchitl Gálvez, la virtual candidata del Frente Amplio por México debería ubicar a Nuevo León en una posición estratégica, dado que todo hace indicar que competirá en la contienda presidencial contra el Gobernador, Samuel García, de manera que ganarle aquí, en su tierra, a Samuel debería ser una prioridad para Gálvez.
Sin embargo en ese abigarrado ambiente de la campaña es sumamente sencillo el dejarse llevar por “recomendaciones” que en ocasiones no buscan el beneficio real del candidato, sino simple y sencillamente acomodar a un amigo en una posición.
Jesús Horacio González es buen tipo, es capaz e inteligente, sin embargo políticamente es sumamente inexperto y ha cometido muchísimos errores en los últimos tiempos. Andar dando de bandazos y golpes de timón en su desesperación por proyectarse como candidato a la alcaldía de San Pedro, le ha costado descalabros y, lo que es peor, animadversiones de muchos.
Porque en el PAN, partido en el que militó, no es bien visto, como tampoco lo es en Movimiento Ciudadano, instituto político al cual no se afilió pero de alguna manera perteneció al formar parte de los funcionarios de la administración de Samuel García y después renunciar.
Xóchitl está en todo su derecho de aceptar la recomendación y, de ser cierto lo que filtró Jesús Horacio, convertirlo en su secretario particular, pero de eso a que el sampetrino sea su enlace en Nuevo León hay una enorme diferencia.
Primero por sus fallidas relaciones y, segundo, porque a pesar del tiempo Jesús Horacio ni le entiende ni le sabe al meollo del asunto, de manera que dejarle un encargo tan delicado como lo es el ser el enlace de la campaña de Gálvez, constituye un error imperdonable.
Con seguridad puedo decir que algún buen amigo fue y le recomendó a la aspirante presidencial que incluyera en su equipo al joven político, pero reitero, la recomendación no sirve de mucho para todo efecto práctico, de manera que la buena de Xóchitl tendrá que irse buscando un operador de verdad en Nuevo León si es que realmente quiere ganar la elección en la entidad.
La determinación debe basarse en los resultados obtenidos y aunque los alcanzados en la formación educativa, la iniciativa privada y algunos cargos de gobierno pudieran ser medianamente aceptables, lo cierto es que políticamente eso no abona en el caso de una campaña política, porque ahí todo es diferente.
Si la fortaleza de Samuel radica aquí y Claudia Sheinbaum está armando un trabuco con políticos y consultores profesionales en Nuevo León, ¿qué está esperando Xóchitl para ponerse las pilas y dejar de jugar a “las comiditas” y “las campañitas” y asumirse como lo que es visualizando la batalla que viene en su exacta dimensión?
Jesús Horacio es buena gente, pero eso es muy distinto a ser muy exitoso haciendo campañas políticas.