Por Obed Campos
Para los despistados, los huajes son los frutos de una planta de cáscara tan dura, que al secarse y sacarles las entrañas y las semillas, son buenísimos como recipientes de agua y los autóctonos de estas tierras las usan como cantimploras.
Pero los huajes también son útiles, sin, además del anterior procedimiento, se les tapa la boca con un pedazo de olote o de palo para que no se fugue el aire y sirvan como flotador para aquellos que no saben nadar.
De ahí viene la expresión de “no necesitar huajes para nadar”, que se aplica perfectamente al caso que le quiero contar.
¿No les ha quedado claro que si la señora Clara Luz Flores Carrales tuviese la mínima intención de ser alcaldesa de Escobedo de nueva cuenta, lo sería con la mano en la cintura y lo lograría casi casi sin tener que someterse a una campaña?
Clara Luz, políticamente, es mucha pieza en Nuevo León, no hay que confundirse: el afiche apócrifo que circuló este fin de semana en redes en el que se lee “México sí tiene opción: El Movimiento de los Ciudadanos… Clara Luz Escobedo” y en el que figura una foto de la dama con un fondo naranja y el sello del águila del partido de Dante Delgado es eso: un libelo.
De los interiores me cuentan que ya se tiene identificado a la autoría de semejante descalabro y la mano que mece la cuna está en el interior de Morena, Nuevo León.
Ahora que tengo que adelantarle: Clara buscará una diputación local, precisamente por Escobedo para tener presencia con miras al 2027 cuando se espera que busque de nuevo la gubernatura. En tanto, cabe aclarar que sus relaciones con Claudia Sheinbaum no podrían estar en mejores términos, por lo que no se descarta también una invitación a regresar al ámbito federal con la nueva presidenta.
Pero todo el futuro de Clara está en Morena, no en Movimiento Ciudadano, donde la mandarían seguramente a hacer cola.
Pero como le dije en un principio, la esposa de Abel Guerra no necesita de huajes para nadar en este incierto mar de la política.
PALMO DE NARICES
La renuncia del diputado local Raúl Lozano Caballero al Partido Verde fue por un berrinche, porque en el organismo político propiedad de la familia González y el “Niño Verde”, a nivel nacional, no lo apoyaron en su sueño de buscar la alcaldía del municipio de García, Nuevo León, con una alianza bajo la mesa con Jaime El Bronco Rodríguez Calderón, quien aunque no sale de su casa, sigue grillando y mueve algunos hilos.
Pues bien, Lozano Caballero anunció que se une a la bancada naranja de Movimiento Ciudadano en el Congreso… Y dejó a muchos de Morena y a la gente del mismo Bronco con un palmo de narices.
Lo que se espera en estos días es que el chofer más suertudo del mundo, Carlos Alberto Guevara Garza, quien solo por eso se ganó calentar la silla que le dejó su patrón Rodríguez Calderón quien lo ungió alcalde de aquel municipio, en estos días va anunciar que pedirá licencia para irse en pos de una diputación ¡por Movimiento Ciudadano!
Si no me cree, estese quieto un rato.