Por José Jaime Ruiz
El candidato del PRI a la alcaldía de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, formal o informalmente, irá de la mano del PAN, le apuesta a esta alianza para poder sacar adelante su candidatura, pero se equivoca de adversario porque no compite contra Samuel Alejandro García Sepúlveda sino contra Mariana Rodríguez Cantú, quien no tiene cola corrupta que le pisen. Paradójicamente, los políticos no deben de prepararse para el futuro, deben prepararse para el pasado, para su pasado.
De la Garza Santos y Francisco Cienfuegos Martínez desean una campaña meteorológica, es decir, que en estos meses no llueva en la ciudad, que exista otra crisis del agua e, inclusive, que la movilidad truene en Monterrey. La política rebajada a un dicho popular: más vale malo por conocido que bueno por conocer, en este caso Mariana.
“Durante la administración como procurador de Justicia y director de la Agencia Estatal de Investigaciones (policía ministerial), la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León confirmó que había solapado más de 100 torturas cometidas por sus policías…”.
“Su nombre fue parte de la lista de políticos relacionados al narcotráfico, en las que se encuentra también por el mismo caso el ex gobernador Humberto Moreira. La policía española lo vinculó al Cártel de Los Zetas por haber sido uno de los contactos políticos de Juan Manuel Muñoz Luévano, alias ‘Mono’ Muñoz, quien se encuentra preso en Europa por lavado de dinero y tráfico de drogas”.
“Durante sus cinco años como Alcalde de Monterrey enfrentó varios escándalos de corrupción y opacidad, lo que según la plataforma de evaluación ciudadana ‘Alcalde, ¿cómo vamos?’, lo llevó a convertirse durante un par de años como el gobierno más corrupto de la zona metropolitana de Monterrey. Entre los actos reportados están el intento de compra a modo, sin licitación ni transparencia, de motocicletas marca Harley Davidson para uso policial, y de las cámaras de seguridad del municipio; el nulo cumplimiento de las leyes de transparencia y acceso a la información de su programa ‘Vialidades regias’; la contratación de funcionarios inhabilitados por corrupción durante el sexenio de Rodrigo Medina; la incorporación en la nómina municipal de personas que cobraban sueldo sin trabajar; y la recepción de favores de parte de los empresarios de la construcción a cambio de contratos, licencias y usos de suelo que dependían del municipio gobernado por De la Garza”.
“Durante su gestión como procurador fue cuestionado por haber sido omiso al investigar la tragedia del casino Royale permitiendo que el dueño del negocio huyera del país y prohibiendo la participación de familiares de las víctimas en las inspecciones por las instalaciones, y por tener un conflicto de intereses en la investigación contra los casineros al ser su hermano Filiberto socio y/o representante legal de casinos cuestionados como Miravalle, Hollywood, Foliatti y Red”.
“Durante su segunda administración como Alcalde de Monterrey fue descubierto viajando con rumbo a Las Vegas en jet privado en día y horario laborales. Al ser cuestionado, negó dicho viaje pero posteriormente cambió su versión y lo aceptó. Después al ser interrogado sobre la propiedad del avión, por la investigación de un posible delito, entregó distintas versiones para al final reconocer la propiedad del jet en su hermano Filiberto. También en múltiples ocasiones fue encontrado en días y horarios laborales en el gimnasio”.
“Durante su administración como Alcalde fue señalado en múltiples ocasiones por casos de corrupción en desarrollo urbano, que se tradujeron en la muerte de doce personas; así como por haber permitido una red de extorsión con inspectores municipales que cobraban derecho de piso a vendedores ambulantes o que recibían dinero a cambio de omisión en sus tareas para permitir continuaran construcciones irregulares”.
Hasta aquí lo que dice la enciclopedia libre más consultada del planeta. Adrián, en primerísimo lugar, tiene que derrotar a Wikipedia, prepararse para su pasado y, luego, luego tratar de derrotar a Mariana.