Por Félix Cortés Camarillo
“…puedo fingir cuando te veo
que no extraño y no te quiero..”
Gloria Stefan, No te Olvidaré
En 1985 el director de cine Robert Zemeckis llegó a los estudios de Hollywood con una idea loca, tan loca que ya tenía antecedentes en la literatura y el cine fantásticos, y que más tarde volvería a la popularidad con el británico y televisivo Doctor Who: la máquina del tiempo. Un artilugio que llevara a los protagonistas a su propio pasado o eventualmente el futuro. Lo mandaron por un tubo hasta que Steven Spielberg decidió poner su lana para producir la exitosa cinta, qua más tarde pariría clones, Back to the future.
La fascinación con el tiempo ha corrido en paralelo en nuestra vida con la fascinación por la muerte, que viene a ser precisamente lo mismo. Si le agregamos a esa fantasía la de haber podido manipular el curso de las cosas sabiendo lo que iba a pasar en el futuro –nuestro presente– era un pan comido que los magnates de la Fox no entendieron entonces. Los de la Warner, sí.
Tan envolvente es esa fascinación que trasciende a otras áreas de la vida. De manera especial la política.
Eso lo tiene muy en mente el presidente López. De la ultratumba política ha hecho resurgir a Jiménez Espriú para ponerlo al frente de la que, según el Presidente, es la única secretaría que hace obra pública. Igualmente regresó del frío Canadá Napoleón Gómez Urrutia para encabezar el esfuerzo de impulsar un sindicato favorito, la nueva versión de la CTM, y comenzó a hacer sus marometas en la frontera con Texas.
Del ostracismo de una cómoda cárcel domiciliaria, López Obrador rescató y relanzó a Elba Esther Gordillo, uno de los más conspicuos ejemplares del pasado político mexicano que hoy anda en pos de recuperar el liderazgo en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el más grande sindicato de América.
Y puede lograrlo.
Me consta que muchos maestros de México reconocen y agradecen las conquistas laborales que el sindicato manejado por Elba Esther les consiguió. No van a dudar un segundo en mandar al carajo a la sección 22, Oaxaca y alrededores, sobre todo si tienen la complicidad de un señor que despacha en Palacio Nacional y no entiende razones, para reinstaurar a una de las más hábiles mujeres que en la política este país ha conocido.
¿Estaremos viviendo a la cuarta emisión de Volver al Futuro?
Por aquello de la Cuarta República.