Por Obed Campos
Los periodistas, decía una vieja máxima, no somos noticia. Sin embargo, especialmente desde que un mercachifles ascendió en México, esta regla se rompió irremediablemente.
Enseguida, no sé si por pudor o por qué, a mí no me gusta incluirme y hablar de mis problemas personales en lo que escribo, pero hoy haré una necesaria excepción.
El grupo de 50 a 59 años de pobladores de Nuevo León, está compuesto por 594 mil ciudadanas y ciudadanos, quienes, a partir del 31 de mayo pasado, recibimos la primer dosis de la vacuna anti Covid-19.
De estos números, no queda claro cuántos, en Monterrey, recibimos la primera dosis de la vacuna de los laboratorios Astra Zeneca… Y aunque la semana pasada, cumplidas las cuatro semanas de la primer administración del biológico, los afortunados que fueron inoculados con Pfizer, recibieron su segunda dosis. No así los que nos quedamos esperando, y sin noticias, de cuándo van a completar la segunda vacuna de Astra Zeneca.
Como diría Plácido Garza, “mi big data” me señala que la ausencia de Astra Z… es solamente en Monterrey, porque en otros municipios me reportan que se ha aplicado normalmente.
Y en lo que seguimos en la incertidumbre, le recuerdo a usted, amable lector, que van contados 190 mil casos de Covid-19 en Nuevo León con 11 mil 181 decesos. Nada más ayer se confirmaron 680 casos y 7 muertes más.
Mientras tanto, contrario a la caricatura de Warner, tal parece que a la famosa “brigada Correcaminos” en Monterrey se la comió El Coyote.
TODAS LAS MEXICANAS ESTÁN EN RIESGO “Ser mujer policía sigue siendo un reto en nuestro país”, escribe hoy en Milenio Valeria Guerra, pero yo la corrijo: “Ser mujer (sin necesariamente ser policía) es un reto y un riesgo en México”. Y si no me cree, lea las noticias.