En el diagnóstico realizado por la ONU-Habitat en relación con el impacto del proyecto del Tren Maya, aplicado mediante un sistema de evaluación en términos espaciales, socioeconómicos y medioambientales, se ha estimado el alcance de la estrategia de desarrollo integral sobre las condiciones sociales, económicas y ambientales de la región sureste.
ONU-Habitat ha generado una base de datos con un total de 30 indicadores para 268 municipios de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, lo que permite conocer la situación previa a la construcción del tren y calcular su impacto en los años siguientes.
De acuerdo con esta metodología, el organismo ha estimado que el proyecto generará casi un millón de nuevos empleos en la región, lo cual representa un 5% adicional de los empleos formales totales registrados en 2021 por el Instituto Mexicano del Seguro Social, de los que hoy ya se han creado 90 mil, 10 mil más de los estimados para esta fase del proyecto por la ONU-Habitat.
46 de cada 100 personas con empleo a partir del Tren Maya pertenecen a pueblos originarios. La probabilidad de integrarse en el mercado laboral es un indicador de inclusión productiva y social. En el caso de la población originaria, la llegada del Tren Maya favorecerá su empleo en trabajos directa e indirectamente asociados al ferrocarril. En total, se registrará un incremento del 38% con respecto a la población originaria ocupada en 2015.
El análisis revela que a lo largo de la ruta del tren la economía crecerá al doble, lo cual representa una generación de 2.1 billones de pesos, equivalente a un crecimiento del Producto Interno Bruto nacional de 10%.
El Tren Maya sacará de la situación de pobreza a 1.1 millones de personas del Sureste mexicano. Para 2030, las personas en situación de pobreza habrán descendido un 15% gracias al impacto económico del Tren Maya en la región sureste. La población pasará de los 12.1 millones actuales a 17.3 millones de personas. De ellas, 6.1 millones estarán en situación de pobreza. Si no existiera el Tren Maya, esta cifra ascendería a 7.2 millones.
La planeación ordenada evita el consumo de suelo en un 49% y protege el medio ambiente.
Planificar permite reducir el espacio de tierra que utilizan las personas para establecerse y desarrollar sus actividades. En la región sureste habitan, en promedio, 38 personas por hectárea. Aumentar esta densidad dejaría más suelo libre de actividades humanas.
El Tren Maya permitirá aumentar una media de dos años el promedio de escolaridad en los municipios con estación. La cantidad de años cursados por cada habitante de 15 años o más en las localidades por las que pasará el Tren Maya se incrementará una media de dos años. El promedio de escolaridad mejora las condiciones de capacitación y el acceso al mercado laboral, en un escenario donde se espera un crecimiento de la actividad económica turística y productiva.
Cabe señalar que el análisis realizado por la ONU-Habitat contempla el impacto del proyecto en forma aislada, sin tomar en consideración el de los demás proyectos que el gobierno mexicano está desarrollando en la región, como la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Tulum, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el tren de Ixtepec a Ciudad Hidalgo en Chiapas, cuyo impacto combinado con el del Tren Maya potenciará sustancialmente las cifras estimadas en el estudio del organismo.
Con información de ONU Habitat