Senadores de diversos grupos parlamentarios denunciaron que el titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Sergio Jaime Rochín del Rincón, canceló su comparecencia ante el Senado de la República 15 minutos antes de comenzar.
La justificación de Rochín fue que se encuentra en un viaje de trabajo en Ginebra, Suiza, sin embargo, este viaje concluyó el viernes 26 de abril, de acuerdo con información de la Organización de las Naciones Unidas.
Senadoras como Nestora Salgado, Citlalli Hernández, Martha lucia Micher, entre otros, acompañados de víctimas de delitos en el país, acusaron que no es la primera vez que el funcionario evita dar la cara para rendir cuentas, por lo cual pidieron nuevamente lo destituyan de su puesto, pues lo que hizo a senadores es un acto habitual frente a víctimas y sus familiares.
Acusaron a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Kenia López Rabadán, de permitir esa situación debido a que es su amigo, teniendo el tiempo suficiente para volver de Ginebra o pedir con antelación que se reprogramara su comparecencia.
«Apoyado desde aquí… porque desde la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (del Senado, Kenia López Rabadán) ni siquiera nos quiso firmar la solicitud… se me hace muy cruel y muy sucio… porque las personas que vienen de lejos, vienen gastando…», dijo Salgado.
El encuentro estaba programado para este lunes, penúltimo día del periodo ordinario de sesiones, por lo cual le dieron 24 horas para reportarse con el Senado. El acuerdo para solicitarlo a comparecer se logró desde el pasado 23 de abril.
¿Dónde está Rochín?
Enmarcado con carteles con la pregunta «¿Dónde está Rochín?» el senador sin grupo parlamentario, Emilio Álvarez Icaza, detalló que el formato de esta comparecencia incluía la participación de organizaciones sociales y víctimas, un formato no convencional para la comparecencia de un funcionario público.
Familiares de desaparecidos y otros han solicitado su destitución en diversos momentos por revictimizar a los afectados. La acción de Jaime Rochín, a decir de Álvarez Icaza, es muestra de la debilidad institucional que padece actualmente la CEAV.
Foto propiedad de: Bernardino Hernández/Cuartoscuro