Por Obed Campos
Morena, el partido propiedad del presidente López Obrador, celebró (que cabría la palabra “celebrar” si eso fuera una fiesta que más bien fue una cena de negros) una elección interna que dejó, como en toda competencia, ganadores y derrotados, estos últimos, se lo prometo, no quedaron nada contentos.
Acá en Nuevo León, debe usted anotar por favor que los grandes derrotados del partido guinda además de los líderes y lideresas Berta Puga, Horacio Flores, Jessica Martínez, Mario Fernández, Grecia Benavides, autonombrados como “PUROS”… ah, porque la discriminación también es asunto de las izquierdas en nuestro país.
Pero también perdieron Alfredo “El Halcón” Treviño, la otrora superpoderosa super delegada Judith Diaz y por supuesto, Waldo Fernández, quien, a pesar de que sigue volando en su alfombra mágica, nadie lo quiere de cerca en ningún grupo… Y él lo sabe.
Si a usted le gusta el azar, puede hacer apuesta, pero créame que Morena Nuevo León se ve más fuerte ahora con la manipulación de Escobedo, perdón, quise decir, control del Grupo Escobedo y el nuevo equipo que le hace la campaña en Nuevo León al canciller Marcelo Ebrard.
En cuanto al futuro de Judith, me dicen desde el interior del partido allá en el ex DF, ahora CDMX que es más incierto que el tema del agua y los pronósticos de las lluvias acá en Nuevo León y más porque su amigo, Jaime El Bronco Rodríguez, con quien ella hizo mancuerna pues está en cuarentena judicial y… difuminado en la escena política.
Alfredo “El Halcón” Treviño, creo que no alcanzará para hacer negocios en el año 24 y deberá buscar cobijo a la sombra del Cerro de la Silla, me dicen.
Y en el caso de Waldo pues, como ya dije, nadie lo quiere cerca y debe saber que ya no habrá dinero que le alcance para comprar el escaño de diputado de ningún tipo y, difícilmente su amigo Paco Cienfuegos puede darle cobijo… Porque aun guardando la distancia siempre, porque todo Nuevo León sabe que es mala paga y que acostumbre morder la mano.
Ese es Waldo y esos son, en resumen, los derrotados de Morena.
¡AGUAS!
Me escribe un amigo: ¿Por qué nuestros corruptos legisladores no reforman la Ley de Aguas Nacionales modificando esas leoninas y amañadas concesiones de agua, asignando el precio del metro cúbico del vital líquido, a un precio igual como lo pagamos todos los ciudadanos?
Porque por ejemplo, para producir un litro de coca-cola, o de cualquier refresco azucarado, se requieren 70 litros de agua. Para un litro de leche, mil litros, para uno de cerveza, 5 litros de H2O y la gasolina requiere 97 litros de agua para hacer un litro del combustible…
Pero no se vaya con la finta, porque ni las refresqueras, ni las lecheras, ni las cerveceras ni PEMEX pagan el litro de agua a lo que lo pagamos usted y yo.