Por Obed Campos
Aquella anécdota del sapo y el alacrán ¿se acuerda? Cuando un sapo estaba a la orilla del río y llegó un alacrán quien le pidió le ayudara a pasar montado en la espalda del batracio y a medio charco el artrópodo hizo lo que sabía hacer mejor: levantó su cola envenenada y picó al sapo.
Cuando, inmovilizado, el sapo se hundía con el arácnido a cuestas, le preguntó “¿Por qué…?” A lo que el alacrán contestó llano: “Es que no pude evitarlo”.
Pues bien, este antiguo cuento me recordó un episodio de la enlodada política nuestra, en la que el aun líder del otrora partidazo tricolor, el PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se cuchichea quien sabe qué secretos en la visita del secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, al Congreso.
Créame cuando le digo que la política mexicana me da tanta hueva…
Por eso no se si fue por esa mojada de oreja que los panistas y los perredistas rompieron la alianza que tenían con el tricolor o si fue porque de la noche a la mañana Alito cambió de opinión y apoyó, con toda su alma, que la Guardia Nacional deje lo poco civil que le queda y dependa enteramente de un mando militar.
No crea usted que Alito salió con que “dijo mi mamá que siempre no” por aquello de que Layda Sansores San Román, la infumable gobernadora de Campeche, le recetó en su “Martes de Jaguar”, o algo así, y balconeó ciertos carros de ultra lujo, de esos cotizados en cifras de muchos ceros en dólares en la cochera de Moreno Cárdenas, entre otras linduras.
Pero para los que se rompieron las vestiduras por estos hechos, le tengo noticias:
Nadie puede jugar a la ronda con el lobo, sin acabar mordido, como diría mi querido amigo conocido como JJ, a quien le envío un cordial saludo, porque él si sabe de estas lides.
Es decir, nadie puede dedicarse a la política y tener la piel delgadita.
Y si usted insiste, le recomiendo que lea:
“Elogio de la traición: Sobre el arte de gobernar por medio de la negación”…
El resumen de esta obra señala: “Todos comprenden que es muy loable que un príncipe cumpla su palabra y viva con integridad, sin trampas ni engaños. No obstante, la experiencia de nuestra época demuestra que los príncipes que han hecho grandes cosas no se han esforzado en cumplir su palabra…”
El libro es de Denis Jeambar y Yves Roucaute y está disponible en los mercados electrónicos y en su librería favorita.
Hablando de alacranes montados sobre sapos, ¿sabrá el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Horacio Tijerina, el alacrán que se está echando a cuestas?
Es que muy orondo Tijerina se tomó la foto con Marcial Herrera, quien está empecinado en que puede alcanzar la alcaldía de San Pedro Garza García, y hasta le regaló una corbata naranja.
Es tiempo de lluvias y hay muchos charcos que cruzar en Nuevo León… y también en San Pedro.