Por Félix Cortés Camarillo
George Orwell escribió en 1946 su noveleta satírica Animal Farm como una denuncia a la distorsión que de las ideas del socialismo estaba ejerciendo en la Unión Soviética Iosip Stalin. Los animales de una granja en rebelión personificaban a diferentes arquetipos de la sociedad soviética y su papel en las luchas por el poder, en una granja en la que el más inteligente es un cerdo. La rebelión en el grupo senatorial del PRI, que suman trece en total, es una burda farsa que movería a risa si no causara tanta lástima.
Como eco del disgusto que la rebelión de algunos priístas que piden la salida de Alito Moreno de la dirigencia del partido tricolor le ha causado a éste, nueve de los trece senadores convocaron a una reunión extraordinaria de su grupo para destituir a Miguel Ángel Osorio Chong como coordinador de su grupo. Antes de que lo hicieran, el hidalguense abandonó el cargo, que cesará dentro de un mes. Como todo el Senado. En una lucha por el poder que hace tiempo perdieron.
En un momento en que el régimen del cuatrote, basado en el carisma y la demagogia de su dirigente mantiene un alto grado de preferencia popular según el nuevo catecismo social que son las encuestas de opinión, y cuando la oposición se encuentra dispersa y sin rumbo, sin ideas, programas ni liderazgo, salen los príístas con su batea de babas. La sospecha mayor cae sobre la complicidad de Alejandro Moreno con el presidente López; cautivo como está por las aparentemente certeras pruebas de su corrupción personal, Alito está dispuesto a hacer lo que le pida el presidente López. Y sus seguidores lo hacen.
Toda crisis es una oportunidad, dicen los chinos.
La oportunidad de desmantelar el viejo y putrefacto aparato de un partido que nunca lo fue realmente, pues se limitó a ser una agencia de colocaciones en los tiempos en que podía repartir el poder le ha pasado por las narices a los miembros del PRI que todavía sobrevivan muchas veces en los últimos doce años. En realidad, desde el accidental ascenso al poder del peor presidente que ha tenido México, Ernesto Zedillo, al asesinato de Luis Donaldo Colosio.
En una pálida emulación del discurso de Martin Luther King “I Have a Dream…”, Colosio había firmado su sentencia de muerte en el discurso del Monumento a la Revolución en el que reconoció los defectos y carencias de la sociedad mexicana. La principal de ellas, el desvío de los supuestos principios de democracia y justicia social que proclamó el PRI durante setenta años y persistentemente incumplió. Como Stalin en su inmensa y elefantiásica granja de animales con un socialismo en el que Orwell siempre creyó y que el estalinismo condujo a su cadalso posterior.
Este remedo ridículo de los senadores del PRI con su patética revuelta, le hace un flaco e inservible favor al régimen de Lopitos. No los necesita.
PARA LA MAÑANERA, (porque no me dejan entrar sin tapabocas): El Banco de México, fiel seguidor de las políticas de la reserva federal norteamericana, volverá a subir las tasas de interés. El dinero se va a poner más caro, no solamente para los que manejan su economía familiar con una tarjeta de crédito que pagarán intereses más altos: el dinero se va a poner más caro para los propios bancos y eso puede traer una crisis económica que el gobierno se empeña en no ver.
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