Por Francisco Tijerina.
“A ver chamacos, ¿quieren que les cuente un cuento?”
Brozo
Aunque ya llevo mucho trecho recorrido en estas lides, nunca deja de sorprenderme la capacidad que tienen los políticos para sacarse conejos de la chistera o inventarse pretextos para justificar su incapacidad.
La declaración de la Procuradora de Justicia de la CDMX, Ernestina Godoy, de que incremento del número de secuestros en enero fue culpa del descontrol que tenían por los cambios de fiscales que en esos momentos realizaban, es una de las que verdaderamente vale la pena guardar en uno de los primeros puestos del ranking.
Ahora resulta que los secuestradores están pendientes de los movimientos que se dan en las fiscalías para, en su oportunidad, salir a las calles a secuestrar a diestra y siniestra, aprovechando “el descontrol”.
Para empezar, ¿cómo diantres se le ocurre decir a la funcionaria que durante un mes tuvo descontrolado el personal a su cargo?
La explicación resulta infantil, torpe, burda, boba, increíble y fuera de toda lógica, por decir lo menos y constituye un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
No señora Godoy, no se equivoque, los secuestros no se dan en las oficinas administrativas sino en las calles y algo hizo o dejó de hacer (y usted seguramente lo sabe) que propició el incremento del delito. Uno entiende que intente justificarse, pero si va a inventar mentiras, por favor hágalo con un poquito más de ingenio y creatividad.
Entre responder y comunicar hay una enorme diferencia. Construir una justificación por salir del paso no resuelve el fondo de las cosas y casi siempre te hunde mucho más en el problema.
Había mil respuestas más certeras, precisas y honestas, antes que salir con el cuento chino de que todo fue por el descontrol por el cambio de fiscales.
Su trabajo es perseguir y capturar delincuentes, es cierto, pero también el transmitir y dar confianza a los ciudadanos y con sus declaraciones no lo consigue.