A mes y medio de que se evalúe su desempeño al frente de la Oficina de Transición de la Fiscalía Anticorrupción para ver si se queda más tiempo en el cargo, Ernesto Canales criticó el trabajo del titular de la dependencia, Javier Garza y Garza al señalar que no era un Ministerio Público persecutor de la corrupción. El funcionario estatal señaló que lo único que ha estado haciendo es ver la forma de cómo quitarse el problema de encima.
“No le veo el ánimo de persecución, no sé si porque sus dueños o patrones así se lo pidieron o por una convicción personal. Lo veo más en el ánimo de cómo me quito esta tarea. No es un fiscal acusador”.
Canales aseguró que el PRI y el PAN son quienes tienen en sus manos el combate a la corrupción en Nuevo León.
“Hay complicidades, hay el taparnos los unos con los otros de parte de las autoridades, la acción de los partidos mismos del PRI y el PAN que han dominado la política de este estado, en el enfoque del combate a la corrupción usaron sus mayorías para cambiar la estructura y quitarle al ejecutivo esa facultad”.
“Hoy en día el combate a la corrupción ésta en manos del PRI y del PAN que controlan el Legislativo, quienes a través del Legislativo controlan el Judicial. Podemos ver que tanto el Fiscal General y el Judicial, ha habido una convivencia por muchos años de manera que es un solo frente”.
Señaló que por tal situación, en el combate a la corrupción, Nuevo León tiene un Poder Judicial muy renuente.
“En nuestras experiencias como Subprocurador, como ahora en la Oficina de Transición, nos encontramos un Poder Judicial muy renuente, tanto estatal por esta situación, como federal por la protección que el Gobierno Federal le otorgó a Medina y a sus principales funcionarios y a los amparos”.
El funcionario estatal señaló que en caso de no seguir al frente de la Oficina de Transición dejara más de 20 carpetas en proceso, y que en cualquier momento los jueces encargados de las carpetas podrían emitir alguna resolución.
