Por José Jaime Ruiz.
Al salir a la luz pública la lista de personajes y empresas que les fueron condonados los impuestos en los sexenios pasados, habría que volver a las frases populares y decir “tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata”. En este caso, los beneficiados no sólo fueron los personajes y empresas, también los funcionarios desde la connivencia. ¿Cuánto recibieron los servidores públicos que se sirvieron con los moches? También eso sucedió en el Poder Judicial, ahora se sabe que Eduardo Medina Mora creció como funcionario, pero también como empresario al ser compinche de la mafia del poder.
En el mismo rubro de corrupción entran los funcionarios y los casineros. En una nota de El Universal, “El zar de los casinos”, los Pumas y empresarios; los otros beneficiados por el SAT, se lee: “Francisco Javier Rodríguez Borgio es conocido como ‘el zar de los casinos’, aunque fue acusado de falsificar permisos para operarlos, además de estar relacionado con la supuesta compra y venta de huachicol en Querétaro; a pesar de ello el SAT le condonó 2.8 millones de pesos en 2017”.
¿Qué hace hoy Rodríguez Borgio? ¿Es real su relación estrecha con el verdadero Zar de los Casinos, Raúl Rocha Cantú? Frente al poder de Rocha, Rodríguez Borgio se queda corto.
Rocha Cantú manejaba el Casino Royale, donde el 25 de agosto del 2011 murieron 52 personas en un ataque perpetrado por una célula de Los Zetas. Casino que presuntamente operaba ilegalmente, sin permisos federales, carente de medidas de seguridad y de protección civil.
Rocha Cantú, después de la tragedia, huyó del país, pero preparó su regreso de la mano de la Secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General del Gobierno de Nuevo León, encabezada por el hoy alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, quien exoneró de la tragedia a Rocha Cantú y años después concedió permiso para la apertura de uno más de sus casinos en la transitada avenida Lincoln de Monterrey; en el municipio de Guadalupe abrió otro, en la avenida Morones Prieto que lleva al aeropuerto de la metrópoli. También, el verdadero Zar de los Casinos se ha adueñado de las salas de entretenimiento de Tamaulipas.
La 4T debiera tener entre sus prioridades la posible relación de connivencia entre el exsecretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, Germán Uribe Corona, exjefe de la Unidad de Gobierno y Eduardo Cayetano Cacho Silva, exdirector general de Juegos y Sorteos, con Raúl Rocha Cantú y Francisco Javier Rodríguez Borgio. ¿A cuánto ascendió el moche por los permisos, dinero contante y sonante o acciones en sociedad?
El subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, debe evitar las prácticas de corrupción entre casineros y funcionarios. Terminar con la relación perversa que llegó a una corrupción enorme en el sexenio pasado. Continuar con esas prácticas es darle la espalda a la lucha del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de la corrupción y la impunidad.
Al darle posesión a Peralta Saucedo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, resaltó de Ricardo: “Su activismo en la lucha anticorrupción y contra la impunidad es su principal característica, que coincide con los principios de la Cuarta Transformación. Por sus aptitudes y experiencia, sé que la incorporación del licenciado Peralta asegura la continuidad de las tareas a cargo de la Subsecretaría de Gobierno”.
Ese es el reto desde la 4T: No más Navarretes, Uribes, Cachos…