Por Obed Campos.
Nueve años después, Felipe Calderón Hinojosa no se acordó, le recordaron uno de tantos crímenes que se cometieron en su sexenio y ahora sale con que va a buscar hablar con los padres de los dos estudiantes del Tec asesinados e injuriados por soldados durante su mandato.
En marzo del año 2010 se dio una de las etapas más crudas de la guerra informal a la que Calderón arrastró a todo México para enfrentar al narcotráfico.
Dicen algunos que fue su intento de legitimar su fallida presidencia… Yo no sé, lo que si me consta es que esa maniobra cambió al país para siempre y dejó un reguero de sangre y muertos por todos lados.
Ahora, nueve años después, a Calderón le pegan en la soberbia, que la tiene bien grande, y porque todo el mundo repudió su visita al Tec, para no mancillar la memoria de Jorge Mercado y Javier Arredondo, los dos estudiantes caídos, sale con que quiere hablar con los deudos.
¿Cómo de qué quiere hablar con las familias? ¿Les irá a pedir perdón? ¿De qué sirve, si cuando era presidente no tuvo el valor de presentarse en los funerales y mandó a su esposa a dar la cara?
Más aún: ¿Creerá Felipe que esto les paga algo a los deudos en sus pérdidas?
Bien por los siempre organizados estudiantes del Tecnológico de Monterrey, quienes supieron darle la espalda y reconocieron sus maléficas intenciones.
La pregunta que queda para Nuevo León es cuándo nos llegará a todos el valor civil, para, así como los estudiantes del Tec, darle una patada en salva sea la parte a nuestros malos, muy malos gobernantes.