Por Obed Campos.
La situación de inseguridad por la que atraviesa Nuevo León, como diría mi mamá, está tan complicada, que “hasta los ciegos la ven”.
Solamente a un ocurrente, como lo es Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se le ocurre salir a contar chistes y a comprar a las organizaciones criminales que operan a sus anchas en el estado y han dejado un regadero de restos humanos, aquí y allá, con un juego los planteles de futbol de Tigres y Rayados y sus intercambios de jugadores.
Jaime, como coloquialmente se dice, parece que no le está tanteando el agua a los camotes.
La comunidad está aterrada y la vida no es normal, como para que se tomen la situación, él y su jefe de seguridad Aldo Fasci, tan a la ligera.
Conste que las puntadas de El Bronco se las aventó al final de la reunión de emergencia que él mismo convocó con las autoridades de los tres órdenes de gobierno para enfrentar la crisis por la inseguridad y el reto obvio que lanza la delincuencia a la autoridad.
Eso sí, fiel a su costumbre de no tomarse nada en serio y de contradecir a sus subordinados, le enmendó la plana a Aldo, luego de que Fasci había dicho que hay nuevos grupos de la delincuencia organizada y El Bronco salió con que no, que son delincuentes que se derivan de escisiones de otros grupos.
¡Y esa es la estrategia brillante con la que devolverán la calma al estado!
Uber Big Brother
Los que tenían que salir con su batea de babas son los administradores de la empresa Uber, quienes anunciaron que tendrán su propio sistema tipo “Big Brother” sobre ruedas, ya que las conversaciones de los pasajeros podrán ser grabadas “por seguridad” a partir de diciembre.
Al margen de qué tan legal sea la medida, si usted es usuario de esos taxis que dicen que no son taxis, tenga cuidado con lo que diga o platique…