Por Obed Campos
Ya ni en los peores atentados de Colombia se ven escenas como la de ayer en la tarde en San Pedro Garza García, Nuevo León, cuando dos sujetos a bordo de una motocicleta le lanzaron una bomba molotov a un automóvil estacionado en la exclusiva colonia Mirasierra.
Colombia salió de su crisis de seguridad y el terrorismo parece que quedó atrás. Acá en San Pedro, el alcalde Miguel Treviño llegó con muchas promesas de su “expertise” en seguridad, fama que él mismo se inventó, y ya ve usted los resultados.
De ser la joya de la corona, San Pedro está pasando a ser un caso perdido. Nadie, ni los millonarios con sus escoltas armadas, se sienten totalmente seguros en ese municipio.
Eso sí, hay que gastar a manos llenas y qué mejor pretexto que un auto incendiado con una molotov.
Más o menos a la misma hora que los sicarios incendiaron el BMW, los regidores del Cabildo sampetrino aprobaron un presupuesto 2020 “con un claro enfoque a seguridad”, y un fondo de 600 millones de pesos pa’ que a los cuicos de San Pedro no les falle el clima en la patrulla. Cabe anotar que es el presupuesto más jugoso en los últimos 20 años.
LA EXCUSA DE EL BRONCO
La nota que más destaca esta mañana en la prensa la dio el tira-tira entre el gobierno federal y el estatal de Nuevo León, y todo porque Alfonso Durazo, destapó lo que ya era obvio: a Jaime Rodríguez Calderón no le gusta “perder su tiempo” en juntas, así sea el tema tan importante como lo es la seguridad.
El Secretario de Seguridad Federal, reveló que El Bronco, está en el lugar 27 entre los 32 gobernadores, en cuanto a su asistencias a las llamadas mesas de seguridad, de las cuales ha participado solamente en 8 de 256 reuniones.
Si eso no es importamadrismo, yo no sé que es, porque mientras El Bronco se va a montar su caballo, el estado de Nuevo León sigue secuestrado por gavilleros y delincuentes a veces no tan organizados.
“No (es por desinterés), el Presidente acude todos los días y la delincuencia sigue creciendo en el país (…). Lo que necesitamos es encontrar las formas de trabajar en conjunto, no echarnos culpas. Yo aquí no le echo la culpa a nadie”, se quiso quitar Jaime la bolita.