Por Carlos Chavarría Garza
De nada sirve que la justicia en materia de corrupción sea un asunto electoral si acaso no se rediseñan todos los procesos de gobierno y se hace más ágil la persecución del delito de cuello blanco.
De pronto todos los banqueros y países adheridos a la Convención AntiCorrupción de la ONU decidieron que ya era tiempo de entregar la información a transacciones grises de México.
La gente de Nuevo León se van a divertir y distraer bastante y por largo rato con los latrocinios que cometió Medinita y su pandilla quienes se enquistaron en el congreso y aspiran a seguir controlando la política del estado, mientras en el actual gobierno no se ha movido un dedo para cambiar la forma en que se gobierna.
Sí, el gobierno actual empezó con mucho discurso anticorrupción pero nada ha cambiado en sus procesos y, al contrario, es más oscuro que nunca.
No tarda nada en que se hagan públicos los nombres de otros exfuncionarios de los demás partidos mayoritarios para que se confirme el inicio de la lucha electoral.
Pero la intención es solo hacerse con el poder y las elecciones en el 2021, cuando estará en juego el futuro de México pues se pretende que MORENA se haga con el control de todo y de todos.
Nada garantiza, sin embargo, que en las posiciones actuales que ocupa MORENA se hagan las cosas con la transparencia y honestidad que se fustiga en otros.
Que todo cambie para que siga igual.
