La candidata a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, dijo que, en el tema de la despenalización del aborto, su convicción personal es “a favor de la vida”, pero advirtió que en caso de llegar al máximo tribunal del país, respetará lo que decidan los respectivos congresos locales sobre la materia, al considerar que los legisladores estatales son quienes conocen mejor sus entornos.
En comparecencia ante el Senado de la República, la magistrada y presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México fue cuestionada sobre su postura respecto a una eventual despenalización del aborto en el país. En su respuesta, Esquivel Mossa se pronunció, de forma personal, sobre el “derecho a la vida”, pero aclaró que a los juzgadores compete aplicar lo que marca la ley, por lo que, más que reconocer un ordenamiento nacional para el acceso a ese derecho, destacó el rol de los congresos locales en la variedad de acepciones sobre el tema.
“Nosotros como jueces tenemos que ajustarnos a lo que señalen las legislaturas de los estados. No podemos hacer interpretaciones personales, ni éticas, religiosas, tampoco. Evidentemente yo estoy a favor de la vida; sin embargo no es un tema personal ni ético, es un tema donde tenemos que ajustarnos a lo que la legislación haya establecido. Los que conocen mejor el estado son los diputados locales, ellos saben cuál es el entorno y en función de eso van a legislar y nosotros tenemos que ajustarnos y adaptarnos a favor y cada caso verlo en particular”.
Yasmín Esquivel integra junto a Loretta Ortiz y Celia Maya la terna propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ocupar la vacante que dejará la ministra Margarita Luna Ramos en la SCJN. La nominación de la magistrada ha sido cuestionada en redes sociales y por opositores debido a su matrimonio con el empresario José María Riobóo, señalado como un cercano colaborador del presidente López Obrador.
En cuanto al tema de la adopción de menores por parte de parejas de la población LGBTTTI, la postulada indicó que debe prevalecer el interés superior del menor de edad, por lo que pidió revisar los casos por posibles afectaciones psicológicas a su desarrollo. Dijo que es distinto cuando una de las personas incorpora a su hijo a su relación, que cuando ambos parten de cero para tratar de iniciar una familia.
“Cuando la pareja del mismo sexo no tienen familia y pretenden adoptar, creo que es un tema que se tendría que analizar y revisar si es conveniente para un niño llegar a una familia donde los dos sean del mismo sexo. Esos nuevos niños que van a ser adoptados, habría que analizarlo y revisarlo con las instancias competentes. Siempre hay que privilegiar el interés del menor”.
Dicho posicionamiento contrasta con una resolución de jurisprudencia de la propia SCJN de 2016, que establece sobre el tema: “el interés superior del menor se basa en la idoneidad de los adoptantes, dentro de la cual son irrelevantes el tipo de familia al que aquel será integrado, así como la orientación sexual o estados civil de éstos”.
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