El arzobispo Rogelio Cabrera López dijo este domingo lamentar las alzas no autorizadas al transporte público y pidió a empresarios no cumplir su amenaza. Mencionó que el aumento a la tarifa del transporte es un tema que no logra resolverse, pero que es la autoridad la que determina las tarifas.
“Sé que no coinciden los puntos de vista entre los empresarios y el Gobierno. Nosotros siempre atenderemos lo que diga la autoridad, y si no se ha autorizado que haya alteración en los precios, los ciudadanos tienen que obedecer esto”.
Añadió que la imposición de tarifas tendrá un efecto negativo en zonas donde se concentra una gran cantidad de usuarios que, ya de por sí, por los lugares donde viven, tienen que hacer verdaderos sacrificios para desplazarse.
“Los municipios más alejados de Monterrey son los que más sufren en cuestión de transporte. En algunas ocasiones las personas tienen que cambiar de residencia para no vivir tan lejos de su trabajo y eso ocasiona que vivan en la incomodidad”.
Monseñor Cabrera dijo que es necesario que considerar que los empresarios que actualmente manejan el transporte urbano en el área metropolitana tal vez no sean suficientes.
“Tiene que haber iniciativas para que haya más concesionarios y más competencia en el servicio, para que los más pobres tengan un servicio adecuado”.