Por Obed Campos
La estampa del pequeño Bryant, en televisión, el cual debería ya estar cursando el cuarto año de primaria, que, con pandemia o sin ella, “haiga sido, como haiga sido” ya comenzó, pero no para él, porque no tiene las herramientas necesarias para seguir con la educación a distancia.
Muy simple, en el no lejano de Monterrey, municipio de Salinas Victoria, la familia de Bryant no tiene los recursos ni para una mísera televisión, menos para una computadora o un acceso a internet.
Para colmo de males, el papá del niño padece de diabetes, por lo que los ingresos son precarios, para este caso, no es el único en el estado.
De acuerdo a Televisa: “La sombra de un árbol, una vieja televisión y un celular, son las herramientas con las que cuentan 7 familias de la colonia Tierra Propia, en Guadalupe, para que sus hijos puedan seguir estudiando a distancia. El televisor en ocasiones funciona y otras no, son por lo menos 15 estudiantes de Primaria y Secundaria los que estudian de esta manera. Y aunque las autoridades señalaron que atenderían los casos, a una semana del arranque del ciclo escolar, ninguna autoridad se ha acercado con estas familias”.
Y como estos dos casos, hay abundancia de pobreza y marginación en Nuevo León, pero…
Mientras tanto, la Secretaría de Educación, que encabeza la coahuilense María de los Ángeles Errisúriz Alarcón presume que se invertirán un total de 46 millones 225 mil pesos para la rehabilitación de escuelas públicas en 15 municipios del estado.
Presumen además la rehabilitación de 15 inmuebles, y la construcción de 18 aulas, así como obra exterior en tres escuelas, instalación de una techumbre, construcción de una bodega, construcción de un módulo de sanitarios e instalación de dos subestaciones eléctricas.
¿No bastaría ese presupuesto para dotar de tabletas y acceso a internet a los niños y jóvenes de Nuevo León que se quedaron fuera del sistema?
Bueno, es que a lo mejor la comisión que dejan las adquisiciones de esos aparatos no es tan jugosa como la de las constructoras… Puede ser por ahí.
SAN PEDRO DA MIEDO
Mientras el alcalde Miguel Treviño de Hoyos sigue soñando, húmedamente, con que se le va a hacer alcanzar la gubernatura de Nuevo León, el hampa sigue apoderada de las calles de su municipio, otrora blindado y conocido como “La Joya de la Corona”.
Ayer no había oscurecido cuando, en un centro comercial, a las afueras de un restaurante, fue ejecutado un hombre de cuatro balazos por un desconocido que huyó impunemente.
Miguel les vendió a los sampetrinos que él le sabía al tema de la seguridad… Ya se vio que eso no es cierto.