Personal de salud y maestros (trabajadores de primera línea) en Rusia han manifestado su desconfianza de la vacuna Sputnik-Vcontra el Covid-19.
En este sentido, el sindicato de profesores de ese país, Uchitel, inició una petición en línea solicitando a los miembros que rechacen la vacuna contra el coronavirus por motivos de seguridad.
De acuerdo con CNN, los maestros externaron su preocupación porque la vacunación, que actualmente es voluntaria, no debería ser obligatoria a menos que los ensayos clínicos se encuentren ya completos.
La inquietud de los trabajadores se da luego de que las autoridades de Rusia informaron que los maestros y los médicos son trabajadores clave, por lo que tendrán acceso a la vacuna contra el Covid-19 primero, inclusive antes de que hayan terminado los ensayos en humanos de la Fase 3.
Pese a que el presidente Ruso, Vladimir Putin, reveló que una de sus hijasya había sido vacunada contra el coronavirus, los trabajadores de primera línea se muestran reacios a ser utilizados como conejillos de indias humanos.
Maestros, los primeros en beneficiarse de la vacuna Sputnik-V
La vacuna contra el Covid-19, llamada Sputnik-V, fue desarrollada por el Instituto Gamaleya con sede en Moscú, Rusia, y el presidente Vladimir Putin anunció su aprobación el 11 de agosto diciendo que funciona «con bastante eficacia» para formar una inmunidad estable.
Luego de que el 1 de septiembre, se regresó a clases en medio de la pandemia del coronavirus, se dijo que los maestros debían estar entre los primeros en beneficiarse de la nueva vacuna porque ellos estaban en estrecho contacto con los niños a los que están expuestos a diario.
No obstante, según CNN, pocos han aceptado hasta ahora la oferta de vacunarse y el sindicato de profesores de Rusia, Uchitel, ya inició una petición en internet solicitando a los miembros que rechacen la vacunapor motivos de seguridad.
Al respecto, Marina Balouyeva, copresidenta del sindicato Uchitel, comentó a dicho medio que una petición contra la vacunación obligatoria para los maestros era más una precaución.
Manifestó su desconfianza de la vacuna contra el Covid-19, Sputnik-V, y en primer lugar, porque se sabe en general «que la calidad de las vacunas nacionales es peor que la de las extranjeras».
En tanto, Anastasia Vasilyeva, médica rusa, destacada activista de la oposición rusa, dice que el impulso del país por una vacuna se produce en medio de la presión política del Kremlin, que desea retratar a Rusia como una fuerza científica mundial.
CNN hace notar que encuestas que sugieren que alrededor de la mitad de los ciudadanos rusos tienen dudas sobre la vacuna, informó el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, durante una videoconferencia con Putin.