Un reloj monumental de la ciudad de Nueva York, en el noreste de Estados Unidos, se convirtió en días pasados en un llamado de atención para que el mundo entero redoble sus esfuerzos en contra del cambio climático.
El reloj, ubicado en la zona de Union Square, forma parte de una instalación artística llamada Metronome que fue inaugurada en el año 1999, pero recientemente dejó de dar la hora local para mostrar una cuenta regresiva que en un principio desconcertó a los habitantes de la ciudad.
Poco después se supo que el reloj indica cuánto tiempo queda para llegar al momento en que la humanidad se acabará su “presupuesto de carbono”.
Esto es, la cantidad de CO2 que puede emitirse antes de que la temperatura promedio del planeta esté 1.5 grados centígrados por encima de la era previa a la Revolución Industrial.
En estos momentos, el reloj conocido como ‘Climate Clock’ señala que al mundo le quedan 7 años y 99 días para reducir las emisiones de dióxido de carbono a cero o, de lo contrario, el daño causado al planeta será irreversible y la vida del ser humano estará en peligro.
La organización internacional detrás de la iniciativa señala que este conteo es “el número más importante para el mundo entero”, y promueve que sea conocido por todos los seres humanos instalando relojes en escuelas, computadoras personales, teléfonos celulares y plazas públicas.
Además de Nueva York, el año pasado se instaló un reloj con cuenta regresiva en un antiguo tanque contenedor de petróleo de la ciudad de Berlín, y existe una iniciativa para instalar uno más en 2021 en el Palacio del Louvre, en París.
En su página oficial, el ‘Climate Clock’ también muestra el porcentaje de energías provenientes de energías limpias que consume la humanidad; en estos momentos, el monto asciende a sólo 27.74 por ciento.