Alrededor de 100 ballenas murieron al quedar varadas en las islas Chatham, situadas a unos 800 kilómetros de la costa sureste de Nueva Zelanda. Las ballenas muertas son de la especie piloto o calderones.
El Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda dijo que para llegar a las islas el 23 de noviembre tuvieron muchas dificultades. Cuando lo lograron, en el lugar encontraron unas 69 ballenas ya muertas y otras 28, además de tres delfines, tuvieron que ser sacrificados.
La guardaparques gubernamental Jemma Welsh explicó que se tomó esta decisión porque los animales varados se veían cansados y podrían atraer tiburones blancos para devorarlos.»Sólo 28 de las ballenas estaban vivas en ese momento. La mayoría de ellas parecían muy cansadas y por ello fueron sacrificadas”Jemma Welsh
Hasta el momento se desconoce porque sucedió este hecho. Pero no es el único, científicos que han estudiado el fenómeno desde hace décadas no han encontrado la razón exacta de este tipo de “suicidio”.
Sin embargo, expertos tienen algunas suposiciones: las ballenas podrían desviarse de su camino al seguir a una integrante enferma, por las condiciones meteorológicas o la presencia de depredadores.
Realizan una ceremonia por las ballenas muertas
Tras la muerte del centenar de animales marinos, la comunidad maorí organizó una ceremonia para rendir homenaje a sus espíritus. Los cadáveres se dejaron en la playa para que se descompongan de forma natural.
Este tipo de ritual es común en la población de Chatham. En 1918 ocurrió el mayor varamiento con mil ballenas piloto a la orilla del mar.
En las costas de la localidad Coromandel, en Nueva Zelanda, 18 calderones murieron al quedarse varadas a mediados de octubre. En la isla Tasmania de de Australia murieron unas 380 por la misma razón en septiembre.
Esta especie puede tener hasta seis metros de largo y es común en aguas neozelandesas.