Una mujer que resultó herida en un enfrentamiento con personal de Fuerza Civil, en el municipio de General Bravo, pasó de víctima de secuestro a integrante de un cártel de la delincuencia organizada, así fue como terminó
La mujer fue dada de alta en el Hospital Universitario, pero sólo para ser trasladada al Centro de Reinserción Social Femenil de Escobedo. Fue un Juez de Control de Monterrey quien decidió procesarla por dos delitos.
Entre las pruebas en su contra destaca el dictamen de los peritos de balísticas, quienes determinaron que la mujer tenía residuos de pólvora en sus manos, lo que significa que accionó un arma de fuego durante el enfrentamiento en el que resultó herida.
La ahora detenida fue identificada como Jéssica Imelda, de 32 años de edad, quien es originaria del estado de Tamaulipas. Fue la semana pasada cuando la mujer fue detenida por personal de Fuerza Civil, quienes realizaban un recorrido de rutina sobre la Brecha El Melón, en territorio del municipio de Gral. Bravo. En ese lugar, señala la resolución judicial, se dio un enfrentamiento entre los uniformados y un grupo de hombres armados.
Después de varios minutos de intercambio entre ambos bandos, los agresores escaparon y dejaron abandonadas una camioneta Dodge Ram 1500 gris, con placas de Tennessee, y una Chevrolet Silverado negra, con placas de Texas. En ambos vehículos se encontraron armas, equipo táctico, cartuchos y droga.
Al buscar a los delincuentes entre la maleza, se encontraron con la acusada quien estaba mal herida. En un principio la mujer dijo que los pistoleros la llevaban secuestrada, porque era comerciante y estaban pidiendo dinero a su familia. Jéssica, fue detenida por los preventivos estatales y tras ser investigada fue turnada ante un juez.
El Ministerio Público la acusó por ilícitos de homicidio calificado en grado de tentativa y delito cometidos contra instituciones oficiales y servidores públicos.