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Beatriz Paredes y el Frente Opositor, el final del reality show

Por Jenaro Villamil Rodríguez

Desde que la empresa holandesa Endemol y otras productoras de la “telerrealidad” crearon el modelo contemporáneo de los espectáculos y  concurso televisivos como el Big Brother, La Academia, La Voz, Survivor o La Casa de los Famosos (por mencionar el más reciente), la idea mediática de la democracia se ha convertido en espectáculo, los contendientes se redujeron a competidores bajo las leyes de la selva, la idea de “votar”, “nominar” o “eliminar” predominó por encima de la noción misma de la competencia de propuestas y proyectos de nación.

No pocos partidos políticos creen que estas fórmulas del reality pueden adaptarse a las contiendas internas.

Como bien sabemos, los reality shows no son producciones dejadas al azar. Existe siempre un “guion oculto” que, por supuesto, las audiencias desconocen. La naturalidad de los contendientes es aparente y calculado, en función del espectáculo, el rating y, más recientemente, la “viralización” del show.

Algo similar a un reality mal producido acaba de ocurrir en la contienda interna del Frente Amplio Opositor, con la renuncia de la senadora Beatriz Paredes. Para desgracia de los patrocinadores y productores, el “guion oculto” fue develado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde julio de este año. Y ni así fueron capaces de cambiar o hacerle caso a las mismas voces del frente que alertaron el riesgo de una gran farsa.

Enredados en su propia demagogia, en la retórica de un “frente de ciudadanos” y no de cúpulas partidistas, los gerentes del FAM tuvieron que hacer circo, maroma y teatro no sólo para dejarle el espacio libre a la seleccionada previamente como candidata sino para dejar colgados de la brocha a quienes realmente creyeron que se trataba de una competencia libre.

Los “eliminados” previamente eran predecibles dada la escasa competitividad dentro de La Casa de los Famosos al estilo Claudio X. González: Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles, José Angel Gurría, Ildefonso Guajardo, Enrique de la Madrid y Santiago Creel, por mencionar a los más destacados, sin olvidar los casos impresentables del ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca cuya nominación puso en duda el mismo proceso de recolección de firmas.

Todos ellos eran hombres y sus renuncias respondían a la lógica de una mayor competitividad de las figuras femeninas. De manera inesperada para los creadores del “guion oculto”, en la gran final quedó la más mediática de las candidatas (Xóchilt Gálvez) y la más preparada en las lides de este tipo de disputas entre aparatos partidistas (Beatriz Paredes). Lo más sorprendente es que sus propios sondeos y los externos, demostraron que Gálvez no era un fenómeno imparable de popularidad creciente y Paredes tenía serias posibilidades de disputarle la candidatura del FAM.

Se prendieron los focos rojos en la producción del reality show político. Los gerentes se pusieron nerviosos. De pronto, subestimaron la capacidad de la senadora priista y sobrestimaron las limitaciones de la fábula Xochitl. Resultó que no sólo de huipiles viven los ciudadanos opositores, sino también de ideas concretas. 

En menos de una semana, orquestaron una auténtica “cargada mediática” para insistir que Beatriz Paredes debía “bajarse” de la contienda. 

Los argumentos fueron tan pueriles como los que se utilizan en un concurso como un reality show. Incluso, llegaron a inventar que estaba en riesgo la propia elección interna (programada para el domingo 3 de septiembre) porque López Obrador y Morena pretendían intervenir en la contienda para beneficiar a la ex dirigente nacional priista.

El domingo 27 de agosto, durante el debate organizado en Mérida, y ante la grosera insistencia de la mayoría de los comunicadores “imparciales”, Beatriz Paredes pronunció las palabras peligrosas para el reality: “no voy a declinar”. 

El lunes 28 de agosto, el gerente de la marca priista que participa en el reality, Alejandro Alito Moreno, se autorganizó una declaración “banquetera” para dejar en claro que si Beatriz Paredes no sale bien “posicionada” en la encuesta del miércoles 30 de agosto, “el partido” (es decir, él) decidiría lo mejor para el PRI, para el FAM y para el espectáculo.

Las palabras del político campechano le hicieron honor a su muy ganada fama de personaje tramposo, desconfiable, que cambia de parecer y saca provecho a partir de su impúdico estilo, ampliamente documentado en El Martes del Jaguar, de su paisana y adversaria política, Layda Sansores.

Como si fuera uno de esos “metiches implacables” del reality que condujo Carmen Salinas, Alito transformó la competencia democrática en una farsa y confirmó la existencia de un “guion oculto”.

El miércoles 30 de agosto, los productores del reality sacaron a la luz los resultados de la “última encuesta” que, como advirtió Alito Moreno, no beneficiaban a Beatriz Paredes, pero no la eliminaban como contendiente competitiva:

1.-En la encuesta telefónica, Xóchit Gálvez registró el 59.4 por ciento de las preferencias, mientras Beatriz Paredes registró el 40.6 por ciento.

2.-En la encuesta en vivienda (patrocinada por el periódico Reforma, el más firme patrocinador de Xóchitl Gálvez), la política hidalguense registró 56.8 por ciento y la ex dirigente nacional del PRI obtuvo 43.2 por ciento.

Con estos datos comenzaron a “planchar”, según ellos, la crónica de una declinación anunciada.

A las 19 horas del mismo 30 de agosto apareció Alito Moreno para decirle a Beatriz Paredes: “láaaastima Margarito” y como buen jilguero priista llenó de elogios a la ex gobernadora de Tlaxcala, mientras le recordó que el dueño del partido era el dueño de las decisiones.

Por primera vez en sus más de 90 años de existencia, el PRI declinaba a presentar una candidatura propia y anunció que decidieron “ir por la candidatura única” de Xóchitl Gálvez, de amplia y probada militancia panista. 

Horas después, Beatriz Paredes rompió el silencio público dando a conocer una extensa carta para explicar una decisión que le fue impuesta y no consensuada.

Para la antología de la historia de la infamia quedarán estas frase duras de la derrota de Beatriz Paredes en su misiva:

“No imaginé que, a veces, los procesos democratizadores, adoptan rutas mercadológicas, más que ciudadanas, son los aprendizajes en los tiempos de hoy…

“Realmente, las fuerzas políticas y los liderazgos ciudadanos deben ser los que los conduzcan e integren, no los poderes fácticos…

“No hubo ninguna negociación, yo nunca he negociado en lo oscurito. 

“Lo oscurito me gusta para observar las estrellas y para querer a las personas que amo, es para lo único que me gusta la oscuridad…

“Yo decidí ser reformista, otros decidieron ser revolucionarios. Y otros han decidido ser conformistas. ¡No soy conformista! Soy simplemente una gente que cree en una política democrática para cambiar las cosas y creo indispensable, para que nuestro país y la política tengan perspectivas, que es necesario reformar el poder”.

Hasta en los peores realitys, el factor sorpresa se mantiene hasta el último momento. El FAM decidió cancelar el espectáculo, para continuar con la simulación.

www.sprinforma.mx

Fuente:

// SPR Informa

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Autor: stafflostubos
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