Ante las restricciones impuestas por las autoridades derivado de la crisis sanitaria por el Covid-19, la Iglesia Católica pide a los feligreses tener paciencia.
“En este tiempo de pandemia debemos acatar pacientemente las indicaciones que nos dan las autoridades. Ciertamente hay muchas cosas que no podemos hacer: no podemos ir a comer juntos a un lugar, ir a la escuela ni tampoco podemos ir a misa. Pero Dios está con nosotros”.
La paciencia es una de las virtudes del ser humano y trae beneficios para la vida, y es necesaria en los momentos de prueba y dificultad, señala el artículo titulado «La paciencia todo lo alcanza», que publicó el semanario religioso Desde la Fe.
La Arquidiócesis, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, enfatiza que la crisis sanitaria hace imperiosa la práctica de dicha virtud cuyo último fundamento es la confianza en Dios.
«La pandemia del COVID-19 hace imperiosa la práctica de esta virtud, cuyo último fundamento es la confianza en Dios. Sabemos que nuestra vida y la realización de nuestros proyectos no dependen totalmente de nosotros, sino que dependen fundamentalmente de él. Dios respeta nuestra libertad y nos impulsa para esforzarnos en crecer, en hacer el bien y en alcanzar nuestras metas; pero sin él nada podemos».
El texto recordó las enseñanzas de Santa Teresa de Ávila sobre la paciencia en uno de sus poemas: «Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta».
La Iglesia acompaña a los feligreses durante el confinamiento, transmitiendo la celebración de la Eucaristía y la comunidad católica llevando despensas a necesitados, menciona el artículo.
«Ya llegará el tiempo en que regresaremos a nuestras actividades. Seamos positivos y creativos durante este periodo de prueba y de contrariedad y también para el momento en que podamos reincorporarnos a nuestras actividades. Como decía el Papa Francisco: estamos juntos en la misma barca y juntos habremos de levantarnos de nuevo. Con la ayuda de Dios todo saldrá bien», concluye el mensaje de la Iglesia Católica.